Ya estamos en el meridiano del viaje que 18 personas han emprendido para llegar a ser lo que quieren ser. Acompañad@s por dos mentores y la metodología Psicoescénica, todo está dispuesto para vencer las resistencias, a los guardianes en el umbral, a los miedos y a todas las vicisitudes que el camino nos muestra. El final es aún un gran misterio.
El viaje, cuarta etapa.
La sanación de las heridas:
«En el viaje de cada cuál y en el que tod@s junt@s hacemos hay una herida. De este tránsito queremos no solo el misterio, la experiencia y el elixir, también tenemos la esperanza de hallar la sanación de este motor oculto de nuestros pasos.
Tenemos que identificarla, tenemos que viajar hasta el más significativo de los recuerdos para saber cual es el epicentro de este terremoto de emociones que aun hoy amenaza con sacudir nuestra paz.
Suele tener raíz en la infancia y tal vez en los modelos transgeneracionales que adoptamos al encarnar a esta vida.
Suele tener replicas, situaciones posteriores que nos conmueven ya en la adolescencia o en la adultez.
Una injusticia, un grito callado o una sensación de desnudo frente a un estímulo a menudo revestido de trivialidad ante los ojos de los demás pero duro como un mazazo para nuestras estructuras.
Nos sentimos esclavizados por estas fuerzas que nos dejan vulnerables e inmóviles, como niños. Ahí podréis encontrar esta herida.
Estará envuelta por un episodio concreto y tenemos que hallar toda la información más descriptiva posible para identificar juntos el próximo sábado la raíz…y repararla.
Ánimo, nos espera un sendero apasionante»
Foto de la segunda etapa. Trabajo psicodramático con las máscaras.